Tercer single del álbum “The dream of the blue turtles”, se trata de un tema emocionante a la vez que muy comprometido políticamente. Inspirada en las tensas relaciones diplomáticas que tuvieron lugar a mediados de los 80 entre Estados Unidos y la Unión Soviética (la conocida como “guerra fría”) a cuenta del desarme nuclear. Los miedos de toda una era por la amenaza latente de una Tercera Guerra Mundial hizo que Sting escribiera “Russians” para concienciar sobre la inutilidad de la guerra, para hablar de las mentiras y de la ambición desmedida de nuestros líderes y para terminar descubriendo que quizás el amor que todos sentimos por nuestros hijos sea lo único que pueda devolvernos la razón en esta sinrazón. Una melodía envolvente e inolvidable (con un fragmento tomado prestada del compositor clásico Sergei Prokofiev) y la dramática interpretación de Sting la convirtieron instantáneamente en un clásico que por desgracia no hemos podido disfrutar demasiado en vivo. Su complejidad a la hora de ser abordada por una banda de rock ha hecho que "Russians” únicamente se tocara en algunos conciertos de 1986 y 1988. Por fortuna Sting la recuperó para su experiencia en la música sinfónica (la gira “Symphonicity”) tocándola ininterrumpidamente durante 2010 y 2011. El muy estilizado videoclip en blanco y negro del conocido fotógrafo de moda francés Jean-Baptiste Mondino reúne imágenes de mandatarios sumidos en la duda que ocultan el retrato de sus hijos detrás del mapa del mundo, infranqueables bunkers con relojes que avanzan inexorablemente, bailarinas clásicas, fotos revelándose en cubetas y nieve, mucha nieve. Una autentica delicia, lástima que Sting no volviera a contar más con los servicios de un realizador muy ligado a la carrera de Madonna, entre muchos otros artistas. El tema escaló hasta el número 16 en Estados Unidos y el 12 en Reino Unido, conociendo su mayor éxito en Francia, donde permaneció varias semanas en el número 2.
Vince Gill es toda una leyenda del country en los Estados Unidos, aunque fuera de su país no goce de tanto reconocimiento. Ha vendido más de 22 millones de álbumes y ha recibido 18 CMA Awards, los premios especializados en la música country. A pesar de debutar tan sólo un año antes de que Sting iniciara carrera como solista (“Turn me loose” veía la luz allá por 1984) Gill ha editado 13 álbumes de estudio a los que hay que sumar otros 3 de motivo navideño (uno de ellos grabado junto a Olivia Newton-John). Se puede decir que su carrera empezó a despegar con fuerza a partir de su cuarto trabajo, “When I call your name” (1989). Tres años más tarde “I still believe in you” logró 5 discos de platino en el mercado USA y otros 3 en el país vecino, Canadá.
Sting y Vince Gill colaboraron por primera vez en la gala de los Grammy de 2004 en donde ambos (con la ayuda de Dave Matthews y Pharrell Williams) se encargaron de revivir el espíritu de los Beatles con una reinterpretación muy particular del “I saw her standing there” que les dió a conocer a los telespectadores norteamericanos a través de "El show de Ed Sullivan". Ya que Sting ya se había atrevido a colaborar con Toby Keith, Lyle Lovett o Waylon Jennings, no había motivo para que no lo hiciera con Vince Gill.
El programa del canal CMT “Crossroads” fue el encargado de lograr reunir a los dos, a priori, contrarios artistas - Gill había manifestado públicamente su admiración por Sting y había tocado en vivo baladas como “Fields of gold” o “Shape of my heart”; Sting por su parte ha demostrado sentir una extraña e inexplicable atracción por la música country. No era una elección descabellada después de haber visto en el mismo programa uniones tan extrañas como las de Elton John y Ryan Adams, Bon Jovi y Sugarland, Babyface y Trisha Yearwood o The Pretenders y Faith Hill.
Vince Gill quiso estar días más tarde en la celebración del 60 cumpleaños de Sting pero por motivos ajenos a su voluntad no pudo acudir. Tanto el “Crossroads” de Sting y Gill como el concierto de 60 cumpleaños merecerían una completa edición en audio y/o video.
Este fue el repertorio elegido para "Crossroads":
LIZA JANE (Vince Gill/Reed Nielsen).
Tema guitarrero apareció en el quinto álbum de estudio de Gill, “Pocket full of gold” (1991) que fue lanzado como segundo single del mismo y que alcanzó el puesto nº. 7 en la listas de country.
FIELDS OF GOLD (Sting).
Preciosa balada bucólica de una sencillez y sensibilidad desarmante que se incluyó en el álbum “Ten summoner’s tales” (1993). Lanzada como tercer single es uno de los temas más populares en la carrera como solista de Sting que ha conocido versiones a cargo de la desaparecida Eva Cassidy, Michael Bolton, Hank Marvin o I Muvrini. Sting aporta a esta versión su armónica.
WHENEVER YOU COME AROUND (Vince Gill/Pete Wasner).
Otra balada en este caso de Gill, incluída en su séptimo álbum de estudio, “When love finds you” (1994), y lanzada como primer single del mismo. Fue número 2 en la lista de country.
IF I EVER LOSE MY FAITH IN YOU (Sting).
Uno de los mayores hit de Sting, incluido en uno de sus álbumes de mayor éxito crítico-comercial, "Ten summoner's tales” (1993). Aquel año fue (junto a la recientemente desaparecida Whitney Houston) el que contó con más candidaturas a los Grammy. Maravilloso solo de guitarra final de Vince Gill. Por este tema han sido nominados a los CMT Awards en cuya gala de celebración seguramente vuelvan a reencontrarse.
THESE DAYS (Vince Gill).
Tema aparecida en la cuádruple caja a la que da título y en el que se incluían un buen puñado de duetos con grandes damas de la canción (con Sheryl Crow, Bonnie Raitt, Diana Krall, LeAnn Rimes, Alison Krauss, Le Ann Womack, Patty Loveless, Amy Grant o Trisha Yearwood). Nunca se lanzó como sencillo pero se ha convertido en un tema primordial en su extenso repertorio.
SHAPE OF MY HEART (Sting/Dominic Miller).
La otra balada con mayúsculas incluida en “Ten summoner’s tales”, que el tiempo y alguna que otra película (“León, el profesional” de su buen amigo Luc Besson) se encargaron de convertir en todo un clásico. Estremecedor el solo de armónica del entonces octogenario Larry Adler (fallecido en 2001).
DON’T LET OUR LOVE START SLIPPIN’ AWAY (Vince Gill/Pete Wasner).
Segundo single del sexto álbum de studio de Gill, “I still believe in you” (1992). Fue número 1.
LET IT BE ME (Gilbert Bécaud/Pierre Delanoë).
Canción francesa originalmente titulada como “Je t’appartiens” adaptada al inglés Mann Curtis para su inclusión para la serie “Climax!”, cantada por Jill Corey. La versión más popular fue la que realizaron en 1960 The Everly Brothers que alcanzó el número 7 de singles.
EVERY BREATH YOU TAKE (Sting).
Un tema que no necesita de presentaciones, el mayor éxito en la carrera de Sting y por extraño que parezca el único de sus singles que fue número 1 tanto en Estados Unidos como en Inglaterra (en solitario sus mayores éxitos en listas han sido en compañia de otros artistas como Bryan Adams, Rod Stewart o Craig David).
La carrera como solista de Stewart Copeland se ha cruzado en varias ocasiones con la del reputado bajista de jazz Stanley Clarke. Entre 1989 y 1991 ambos formaron parte de un grupo experimental, Animal Logic, que completaba la vocalista Deborah Holland y en el que estuvo a punto de estar también Andy Summers (el proyecto se empezó a conocer como Rush Hour y en la gira brasileña de esta primigenia banda sí que participó el ex–guitarrista de Police). El guitarrista Michael Thompson finalmente sería quien grabaría las guitarras para el primer disco “Animal Logic” (1989), que tendría una continuación algo más deslucida con “Animal Logic II” (1991). El 4 de julio de 1989 Animal Logic presentaba en nuestro país su nuevo proyecto desde la famosa discoteca Kú para un especial televisivo llamado “Ibiza’92”, en el que también participaron artistas internacionales como Swing Out Sister, Fine Young Cannibals, Grace Jones, Milli Vanilli y Womack and Womack, y nacionales como Luz Casal, Duncan Dhu, Héroes del Silencio o Alaska y Dinarama. La crónica del ABC del día siguiente calificó la mini actuación de la banda de Stewart Copeland y Stanley Clarke de desvaída.
La amistad de Stewart y Stanley se había afianzado cuando el primero accedió a participar como músico de sesión en dos trabajos de estudio del segundo, “Hideaway” (1986) y “If this bass could only talk” (1988). 21 años después de que finalizara la experiencia conjunta de Animal Logic, ambos han decidido volver a salir de gira para sorpresa y alegría de sus muchos fans. De momento únicamente se han concretado 8 fechas por Europa, la última de ellas en España (tan sólo un año después de que Stewart visitara el Festival La Mar de Músicas en Cartagena con el espectáculo La notte della taranta). En esta ocasión la actuación se celebrará el próximo 23 de julio en una pequeña localidad de Gerona, Sant Feliu de Guíxols, dentro de las actividades del Festival Porta Ferrada. Aunque la prensa nacional y la página web del Festival aún no se han hecho eco del asunto todo parece indicar que el acuerdo está cerrado ya que figura como uno de los próximos conciertos de Stewart en su página oficial.
La gira denominada simplemente como “Stewart Copeland & Stanley Clarke” cuenta con la siguiente formación: Stewart Copeland (Batería), Stanley Clarke (Bajo), Alex Han (Saxofón alto), Rusian Sirota (Teclados) y Brady Cohan (Guitarra).
Bataclan, París (Francia). (11/7/2012)
Festival, Karlsruhe (Alemania). (12/7/2012)
Central Station, Darmstadt (Alemania). (13/7/2012)
Theatre de la Mer, Sete (Francia). (15/7/2012)
Anfiteatro 3 Mestieri, Catania (Sicilia). (18/7/2012)
Ronnie Scott’s, Londres (UK). (20 y 21/7/2012)
Festival Porta Ferrada, Sant Feliu de Guíxols, Girona (España). (23/7/2012)
PD: Gracias muy especiales a Gorkalex y a Synchronicity_1 por la ayuda y el interés mostrado.
Recuerdo ver la ceremonia de los Grammy de 2000 y presenciar con estupor un dueto descabellado, Elton John con Backstreet Boys, autentico fenómeno de fans que arrastraba tras de sí una legión de enloquecidas adolescentes, cantando un clásico del primero, “Philadelphia freedom” (más tarde repetirían experiencia en el londinense festival Party in the Park). A decir verdad mi juicio fue despiadado, inmediatamente pensé: “¡Que patético!, ¡no se puede caer más bajo!”. No habían pasado ni dos meses cuando tuve que tragarme una a una mis palabras cuando se anunció un extraño programa del canal Vh1 que venía a ser la respuesta masculina del aquel entonces popular programa especial conocido como “Divas .
Aquel extraño invento fue bautizado como “Men strike back” (El contraataque de los hombres) y a él se sumaron jóvenes artistas de candente actualidad como Sisqo, D’Angelo, Christina Aguilera, Enrique Iglesias y los Backstreet Boys, que se unieron a dos veteranos como Tom Jones y Sting. El asunto desde luego no pintaba bien. El 11 de abril en el Madison Square Garden de Nueva York se grabó el especial televisivo, su inicio fue prometedor (una versión desnuda de “Roxanne” con el único acompañamiento del saxofonista Branford Marsalis) pero a continuación llegó el temido momento: Sting entona uno de sus grandes clásicos, “Don’t stand so close to me”, con la ayuda a los coros de unos Backstreet Boys que se encontraban en un momento pletórico (acababan de despachar 30 millones de copias de su tercer álbum, “Millennium”). Más tarde sería Sting el que saldría por sorpresa a cantar con ellos uno de sus mayores éxitos, “I want it that way” (que fue número 1 en 25 países).
El número final, como no podía ser de otro modo, fue “Every breath you take” con Sting (con unos pantalones de cuero que hacían daño a la vista) y todos los participantes (¡¡¡Enriquito Iglesias incluido!!!) intercalando sus voces en una de las peores versiones corales que recuerdo del clásico de Police. Afortunadamente no hubo lanzamiento discográfico como sí hicieron con las citadas “Divas”. Los Backstreet Boys han ido disipándose con los años, sus ventas ya son más terrenales (con esfuerzo llegan a los dos millones de copias) y ahora para rentabilizar sus giras y para asumir posibles pinchazos se alían con los the New Kids on Block, su hermana mayor en cuanto a bandas con fenómeno de fans detrás.
Sting manifestó que los Backstreet Boys era un grupo de jovencitos que cantaban muy bien y que además sus hijas eran muy fan de ellos. Participó en ese programa porque sabía que les haría ilusión a ellas. ¿Qué no haría un padre por sus hijos?.
DON'T STAND SO CLOSE TO ME (STING & BACKSTREET BOYS).
I WANT IT THAT WAY (BACKSTREET BOYS & STING).
EVERY BREATH YOU TAKE (STING, BACKSTREET BOYS & OTROS).
A mediados de junio de 2005 empezó a difundirse por internet una noticia que parecía, más bien, una broma pesada. Al parecer Sting había colaborado con t.A.Tu, un dúo ruso que había tenido más notoriedad por el presunto lesbianismo de sus dos integrantes, Lena Katina y Julia Volkova, que por sus logros musicales. El término t.A.T.u es una abreviación rusa que quiere decir “esta chica ama a esta otra” y fue ocurrencia de su manager y descubridor, Ivan Shapovalov, quien creyó que un poco de polémica nunca vendría de más para dar a conocer a un dúo de quinceañeras. No se equivocó, apenas 4 años más tarde las jovencitas ya habían sido exportadas al mercado internacional, vendiendo más de dos millones de copias del single “All the things you said”, y habían alcanzado la tercera posición en la edición de 2003 del Festival de Eurovisión, representando a ese retrógrado país en el que ambas nacieron.
En 2005 se preparaba su segundo álbum en inglés y había muchas esperanzas puestas en ellas. Uno de los productores era Martin Kierszenbaum, ejecutivo de Interscope Records y creador del sello subsidiario Cherrytree Records al que pertenece Sting desde que el viejo sello creado por Herb Albert, A&M Records, fue absorbido en 1998 por Universal. Kierszenbaum se implicó tanto en el proyecto que incluso participó en la composición de 6 de las canciones, una de ellas escrita al alimón con el ex-componente de Eurythmics, Dave Stewart, que confiaba en que podría ser un gran éxito. El tema en cuestión “Friend or foe” se grabó ese abril en un estudio en la parte Norte de Hollywood, pero Kierszenbaum pensaba que necesitaba un pequeño detalle que pudiera darle un empujoncito, fue entonces cuando hizo una llamada telefónica.
El mandamás de Cherrytree llamó a Sting que se encontraba en Chicago inmerso en la gira “Broken music” y le pidió que tocara el bajo en un tema que había compuesto para t.A.T.u, le mandó el tema y parece que no solo le movió que su jefe fuera el compositor, a Sting le había gustado el primer trabajo en inglés de las escandalosas chicas rusas. A mediados de mayo, coincidiendo con sus conciertos neoyorquinos de fin de gira, Sting aprovechó para grabar la línea de bajo para “Friend or foe” (que dura poco más de 1 minuto en un corte de escasos 3 minutos). Kierszenbaum también logró convencer a Richard Carpenter (del mítico dúo The Carpenters y también… ¡oh que sorpresa!... perteneciente al catálogo adquirido de A&M Records) para que se encargara de los arreglos de cuerda de “Gomenasai”.
El álbum “Dangerous and moving” finalmente apareció en octubre de 2005, a pesar de todo el lujo de medios y de la potente promoción el disco no tuvo ni de lejos el recibimiento esperado (nº. 78 en UK y nº. 131 en USA). “Friend or foe”, que se había reservado como segundo single (la foto de la portada es obra de Bryan Adams) tampoco hizo una gran carrera (salvo en Rusia o Hungría). El dúo de electro-pop t.A.T.u volvería a contar con una última oportunidad aún menos exitosa, el álbum “Waste manegement” (2009), de reflotar su carrera (de este proyecto se desvinculó por completo el Sr. Kierszenbaum). En 2011 pusieron fin a su aventura conjunta y ahora Lena y Julia preparan sus respectivas carreras como solistas. La mala relación de ambas ha destapado que la aparente ambigüedad sexual de ambas no era más que una artimaña de su descubridor (Julia de hecho tiene una hija de 7 años).
Sting siempre ha manifestado divertirse con esta experiencia, pero lo cierto es que nunca coincidió con Lena ni con Julia en el estudio y jamás tocaron juntos el tema (que todo hay que decirlo tampoco está tan mal una vez que le coges el puntillo) sobre ningún escenario. Tiempo después t.A.T.u reconocieron no conocer a Sting personalmente y no haber oído hablar nunca del guitarrista Dominic Miller (cuando éste figuraba acreditado en los agradecimientos del propio disco). Los fans de Sting preferimos olvidarnos de colaboraciones como esta (y de alguna otra que próximamente recordaré) para no sentirnos muy heridos en nuestro orgullo, pero lo cierto es que sí el que indujo a Sting a participar en este proyecto fue su jefe y amigo Martin Kierszenbaum (que me temo que también tiene mucho que ver en las colaboraciones con Lady Gaga), parafraseando el título del tema, ¿en realidad es su amigo o su enemigo?.
Bien conocida es esa vieja leyenda que dice que la séptima ola es siempre la más alta, la más poderosa, la más renovadora. A Sting le pareció una estupenda metáfora que tomar para una canción rebosante de ilusión y optimismo, que además se había visto influenciada en su composición por el ambiente caribeño en el que fue grabada (la isla de Barbados). Esta canción de corte antibelicista tuvo un videoclip que fue muy popular en su día, en él Sting regresaba a las aulas y en él contemplaba el mundo y sus conflictos desde el prisma de un niño, con toda su inocencia y con todo su simbolismo. El amor es el único bálsamo que puede librarnos del desastre al que se ve encaminado el mundo por el odio y la ambición desmedida de los líderes de las potencias mundiales. Si el amor no puede salvar un mundo tan contaminado no habrá entonces nada que lo salve. “Love is the seventh wave” es un tema perteneciente a la etapa más comprometida de Sting (en su primer álbum también habló de la guerra fría, de la huelga de los mineros británicos, de la explotación y el abuso infantil,…) que sin embargo con el tiempo ha caído un poco en el olvido porque no ha vuelto a ser interpretada en vivo desde hace más de 25 años. Tampoco fue nunca un éxito que digamos, nº 17 en USA y nº 41 en UK. Se trata de un tema muy inspirado que sigue conservando toda su frescura y cuyo mensaje por desgracia siempre tendrá vigencia.