El 24 de septiembre Sting apareció por sorpresa en el “Today show” para confirmar algo que parecía más que un simple rumor. Con el beneplácito de su amigo Jimmy Nail y a petición de los productores, Sting asumiría durante un mes completo (del 9 de diciembre al 10 de enero) el personaje de Jackie White en el montaje de su propio musical “The last ship”. El motivo era que las cifras no estaban siendo todo lo buenas que se esperaban, y que el montaje que había costado 15 millones de dólares levantarlo necesitaba una bolsa de oxígeno para asegurar su permanencia más allá de finales de marzo.
“The last ship” estaba a medio aforo y perdía a razón de 75.000 dólares semanales. De nada parecía servir las buenas críticas del “New York Times” o que importantes estrellas como Meryl Streep, Tom Hanks, Hugh Jackman, Alan Rickman, Bruce Springsteen, Billy Joel o Rubén Blades, apoyasen por completo a Sting el día de la presentación del musical o acudiendo a posteriores pases.
Sting, que por otra parte no es productor del musical, accedió a que con su presencia en escena se tratará de incrementar la venta de entradas y relanzar un musical que le ha llevado 5 años de trabajo. No era la primera ocasión en que participaba en un musical (“Welcome to the voice”, “Twin Spirits”) ni en uno que se representara en Broadway (“Three penny Opera”). El día 28 Sting estuvo presente en la subasta de una botella de vino que tuvo lugar al finalizar el montaje y por la que se pagó 4.000 dólares.
El día 9 de diciembre Sting se subirá por primera vez al Neil Simon Theatre para encarnar al desencantado Jackie White, a partir del 11 de enero sus compromisos musicales ya no se lo permitirán. Será a partir de entonces cuando "The last ship" tendrá que mantenerse a flote si no quiere hundirse a mitad de temporada.
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